(Miguel junto con algunos miembros de la Cuadrilla en una de las convivencias)
"este grupo no se puede describir solo con una palabra; .... es compromiso con su hermandad, es amistad, es ganas de aprender, es más que meterse debajo de un paso, es más que una levantá por los abuelos del hospital, es un sentimiento ...., es escuchar al capataz en esa primera levantá, es ver y sentir lo que sienten sus hermanos cuando ven andar ese paso, es hacer que el problema de uno sea de todos, al igual que con las alegrías"
(Miguel Luna, Miguelito para la Cuadrilla junto a José Alberto Ortiz)
(Junto a los compañeros de la Cuadrilla en la Bendición del Paso)
El primer recuerdo que se me viene a la cabeza fue el de esa tarde-noche del 17 de septiembre de 2004, cuando recién acabada la presentación del cartel que anunciaba la Coronación Canónica de la Divina Pastora, reina de mis devociones y suspiros de mis plegarias, me dirigía con nuestro hoy día capataz hacia el bar casa naca, cuartel general del pastoreño.
Pues bien, en ese camino coincidimos con Francisco Javier López Luque “Javivi” que iba acompañado de Rafi y de buenas a primeras nos preguntaron: ¿Queréis sacar a San José? Así, de buenas a primeras, mi repuesta fue que si tenía la suerte de sacar a mi Divina Pastora el día de su coronación lo haría pero si no se cumplía ese sueño que yo tenía, pues nada tendría que esperar para pasear al Santo Patrón por sus calles isleñas.
(La Coronación de la Pastora ...... el momento elegido para formar parte de la Cuadrilla)
(La Primera Cuadrilla de Hermanos ... Miguel, miembro de ella)
El momento de la llegada a la plaza que lleva su nombre, la calle Jorge Juan, la recogida… Momentos vividos junto a él y su cuadrilla. La tarea de la cuadrilla no se limitaba solo a ensayar y sacar el paso el primero de mayo, muchos integrantes de la cuadrilla colaborábamos con actividades de la hermandad, tales como los cultos del voto o la función del 19 de marzo. Pasaron esos dos primeros años de esa neófita cuadrilla y llego el relevo en el martillo.
(-------------------------------- (El comienzo para muchos, la ilusión para todos)
Era de saber que ese grupo de chavales habría que pulirlos para conseguir hacer un grupo digno para pasear al Bendito. Recuerdo aquella mañana de febrero, ya año 2007, con el paso en su nuevo almacén en la calle Amargura, su barrio; en la que fuimos a comer todos juntos al “lujoso” burguer “Sancho Panza” para posteriormente comenzar el primer ensayo. Se me vienen a la mente caras como las de Fran Tocino, Mario Bueno, Carlos Sánchez, Ramón Roa “ Mocho”, Emilio Velo Guille Camacho, Jose Carlos Garófano, Edu Albarrán, Pedro Gutiérrez, Álvaro “Piri”, Ramón Cao, Marassi, Paquito Caramé… otros que llegaron el año anterior como Álvaro Pérez, bautizado por Manuel Fenoy “ El Lele” (antiguo miembro de esta cuadrilla) como “puyó”, David Bueno, Joselito “el flauta” , Antoñito “el Triana” o como mi hermano Gelu con quien pasé muy buenos momentos ahí abajo amén de otros lugares y situaciones. Pasaron ensayos, los cuales fueron progresando de menos a más y llegó la puesta a punto.
(A la espera del relevo, junto a sus hermanos y compañeros)
Ese 1 de mayo, fue especial para mí, en los momentos difíciles uno de da cuenta de la gente a quien le importas y caí en cuenta que eso no era solamente una cuadrilla. Aquel año mi padre, uno de los participes de mi llegada a la vida, no se encontraba bien de salud, un simple trasplante de riñón el cual nos supondría una gran alegría a mí y a mi familia, se complicaría; recuerdo ese ensayo en el que me tuve que marchar ya que a mi padre se lo llevaban al hospital; también la alegría que suponía la llegada al mundo de mi sobrino Álvaro se enturbió, el pequeño nació con problemas respiratorios y se temía por su vida. No faltaron ánimos, abrazos, llamadas, con las que me daba cuenta de lo que citaba anteriormente, aquello no era una simple cuadrilla. Todavía se me siguen encharcando los ojos cada vez que pienso que la primera levantá que dio mi hermano Manuel como Capataz, la dio pidiendo por la salud de mi padre y de mi sobrino………. estoy seguro de que esas plegarias rezadas desde el corazón por mi gente de la cuadrilla junto a los míos hechos a mi Divina Pastora y también al Santo Patrón servirían de algo ¡Gracias a todos de corazón!.
(Ajustados al trabajo ....... Madre Divina protégenos siempre)
Ya no cabían más rezos, había que meterse en la tarea, en el oficio. Que buen estreno señores, qué de bocas se callaron, ese año me confiaron al igual que a Jose Enrique, la voz del paso; esa gran responsabilidad que supone serlo, nos suponía tanto a Quique como a mí ser la mano derecha del capataz debajo del paso. La marcha “San José” en la salida, eso sí, ¡El himno lo mandaba yo!, ja ja ja ja ja. La entrada en la plaza San José con “Rocío”, la cara de los abuelos y abuelas… La llegada a la iglesia y la chicotá dentro con “Trinidad” de José Albero, y así terminó ese primer año de la nueva etapa de la cuadrilla.
(Las abuelas .... la emoción contenida)
La actividad de esta cuadrilla seguía activa, realizando partidos de fútbol, “coviviencias y conbebencias”, colaborando en verbenas de la hermandad, labor que aun se sigue realizando; o la asistencia masiva de la cuadrilla al pregón de la juventud cofrade y su posterior cena, que caía en la labor de nuestro capataz, Manuel.
---------------(En el Pregón de su amigo, hermano y Capataz junto a otros compañeros del Paso)
Al siguiente año se incorporaron más personal al grupo, como Andrés Gacio, buen cofrade y mejor amigo, Paquito Quintero “Pontus” o simplemente “Pon”, que siepre suele decir alguna comentario gracioso como: “Vámono Gaznárez que me voy a aprender toda la alineación del Cádiz” , Rafael Carrillo y la gran llegada Javi Nieto, bautizado como “ Cagarruti ” de toda la vida aunque fue rebautizado como “papa con carne” por el también nuevo fichaje José de la Cruz. De nuevo gran salida de la hermandad en la que se dividiría la cuadrilla en cuadrilla alta y baja; yo iría en la baja, normal. Pues bien no se sabe que cuadrilla paseo mejor al Patrón, lo que si se sabía que se iba disfrutando abajo y disfrutando del “taquillón”, sobrenombre con el que José de la Cruz llamaba al paso del Bendito. Despedimos ese paso, aunque algunos lo disfrutamos todavía paseando a Dios en el Corpus de la Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco; y esperábamos con ansias el nuevo trono.
(La despedida del Paso ...... en San José; quedaría la Custodia)
El año de la llegada de ese nuevo paso fue larga y algo tensa, unos decían que teníamos miedo, otro que aquellos niños no podrían con eso, etc. Si bien es cierto que nos preocupaba al ver tanto chaval joven en la cuadrilla aunque también se unieron a nosotros personal veterano de la batalla, como Jose Alberto “ yeyo”, Francis Ariza, Jose Luis Sánchez, Paco “ el chino”, Santi Valle, Alejandro Tinoco,Tito Gaznárez …
(El nuevo Paso en la Iglesia Mayor, momentos despues de su llegada)
( Salida del año 2009, estreno del nuevo Paso e ilusiones renovadas)
Pues bien, a las 7 en punto de la tarde salía nuestro Patrón en su nuevo paso, todo pintaba de maravilla, la gente que estábamos abajo no nos creíamos esa realidad, veía a la gente de abajo con cara de niños como en un día de reyes, Jose Manuel Dorantes, Carri, Maestro, Mario Montañés, Guille… Todos estábamos como se dice en este mundillo “engorilados” ¡Que bajada de la calle San José! Pisando pétalos caídos del cielo ¡Estábamos pisando la gloria! esa ofrenda a los abuelitos del hospital, esa mano con “Sevilla Cofradiera”.
-------------------(La esperada Lluvia de pétalos de la Calle San José .... al son de Reina de Triana)
Recuerdo a nuestro hermano Santi, más conocido como “el poeta” entre esta cuadrilla, tenía una cara de felicidad enorme; todo marchaba de maravilla… Pero por cosas que pasan ocurrió lo impensable, lo que nadie podría imaginar. Antes de realizar esa magnífica revirá de la calle Pérez Galdós hacia San Cristóbal, nos comunicaban a los que en ese momento estábamos trabajando bajo el paso que “el Santo se movía”, esa era la frase fatídica.
(En el pasado Rosario de Antorchas junto a los compañeros de trabajadera)
Había que andar con movimientos muy suaves, para que la imagen del Patrón no se moviera ni lo más mínimo. En ese momento deberíamos de trabajar por partida doble, por un lado “echándole reaños” como yo le decía a mi gente chica, ya que se gastan muchas fuerzas al andar así, y por otro lado debíamos obedecer la indicaciones que nos hacían capataces y contraguías; marcha tras marcha llegamos a la calle Jorge Juan en la que sentimos el calor de la Hermandad y los vecinos de la calle.
(Momentos dificiles ...... mejores resultados)
(Haciendo historia junto a sus hermanos de Cuadrilla)
Haciendo un resumen de estos cinco años unido a esta cuadrilla, en los que pido perdón si he hecho algo mal y me alegro en el alma de haber hecho algún bien por esta, quisiera acordarme de todos los que han pasado por aquí y los que se van incorporando y los que hoy día la conformamos.
También me es difícil buscar un adjetivo acorde con esta cuadrilla, este grupo no se puede describir solo con una palabra; .... es compromiso con su hermandad, es amistad, es ganas de aprender, es más que meterse debajo de un paso, es más que una levantá por los abuelos del hospital, es un sentimiento, es un lema, es preparar la ropa como si fuera la de nuestra primera comunión, es el amarre de las almohadas el dia anterior, es el retranqueo que se hace, es esperar los relevos minutos antes de salir, es ver entrar el sol por los respiraderos en el momento de la salida, es escuchar al capataz en esa primera levantá, es ver y sentir lo que sienten sus hermanos cuando ven andar ese paso, es hacer que el problema de uno sea de todos, al igual que con las alegrías, es la forma que tenemos para rezarle a Dios y es nuestra forma de conseguir esa llave que nos abra las puertas del cielo.
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